LA RADIOAFICIÓN Y SU ESTRUCTURA.
Por radioafición se debe entender una disciplina practicada por
personas capacitadas tanto en lo técnico como en lo reglamentario, de acuerdo a las disposiciones emitidas por la autoridad
rectora de la materia, posibilitando así, la comunicación a niveles ilimitados entre sus adeptos, el aprendizaje profundo
de la ciencia electrónica y la satisfacción de poder ejercer todo esto como un Servicio Social, en su caso.
Se conoce al Radioaficionado como la persona capacitada que comunica
con otra, por medio de una estación emisora privada, bajo permiso expreso de las autoridades gubernamentales de telecomunicaciones,
obtenido mediante examen técnico o acreditando los conocimientos respectivos.
Los radioaficionados, por lo general, requieren de otras personas
para ejercer su actividad, ya sea para construir, instalar o reparar las antenas que van a usar, aprender el manejo de los
equipos modernos, conocer las condiciones de propagación, experimentar con otros modos de comunicación o compartir el uso
y costo de equipos de retransmisión comunitarios. Por esos y otros motivos, es importante integrarse a un grupo o Radio-club.
Radio-club es: un Club de radioaficionados cuyo propósito es integrar
una agrupación voluntaria de individuos que están organizados en torno a ciertos objetivos de carácter experimental dentro
de la ciencia electrónica. Una buena organización re clama de todos los similares, una inmediata integración dentro de la
Federación para que de esa manera sea posible la preservación del espectro radioeléctrico, la correcta interpretación de la
normatividad y la personalidad jurídica de representación.
LA RADIOAFICIÓN:
1. Desarrolla una fuente de experiencia en la electrónica sin costo
para la nación. 2. Contribuye y demuestra innovaciones en la electrónica.
3. Promueve la exploración de los fenómenos de propagación, así
como el desarrollo de tecnología para el uso más eficiente del espectro de frecuencias.
4. Proporciona recursos para comunicaciones en casos de desastre.
5. Promueve la amistad y comprensión internacionales.
6. Proyecta la imagen de la nación.
7. Proporciona una oportunidad de aprendizaje para todos, incluyendo
los jóvenes, los de mayor edad y los minusválidos.
8. Es un servicio disciplinado que se regula por sí solo.
9. Es un servicio en crecimiento que cada año aumenta alrededor
del 10% anual. 10. Se prevé que para finales del año 2010 el número de radioaficionados debe alcanzar los cinco millones de
usuarios.
HISTORÌA DE LA RADIOAFICION
James Clerk Maxwell en 1864 presentaba su teoría de (Electricidad y Magnetismo) a la Real Sociedad de Londres. Esta teoría, obtenida por cálculo matemático
puro, predecía la posibilidad de crear ondas electromagnéticas y su propagación en el espacio.
El alemán Heinrich Hertz realizó la primera transmisión sin hilos, en 1887, de lo que a partir
de entonces se denominarían en su honor ondas hertzianas. Estas primeras transmisiones estaban constituidas por simples impulsos,
obtenidos mediante poderosas descargas eléctricas de corriente almacenadas en condensadores o botellas de Leyden. Una espira
de alambre conductor, situada a pocos metros de la descarga, producía una descarga menor entre sus extremos abiertos. Este
fenómeno comenzó a mostrar la resonancia eléctrica, que fue estudiada por Marconi, el cual en Bolonia (Italia) en 1896 y con
sólo 20 años de edad conseguía sus primeros comunicados prácticos. En 1898 su transmisión cruza el canal de la Mancha con 130
kilómetros.
La longitud de onda utilizada estaba situada por encima de 200 metros, lo que obligaba a utilizar antenas de colosales dimensiones. El receptor
basaba su funcionamiento en el denominado cohesor. El sistema de descargas eléctricas sólo permitió la transmisión
del código Morse, pero resultó muy útil para enlaces entre barcos y tierra y enlaces intercontinentales.
La primera guerra mundial puede considerarse el punto de partida de los radioaficionados.
La puesta a punto de los diodos y triodos de vacío o válvulas termoiónicas dio el paso definitivo.
Con tensiones de sólo unas centenas de voltios era posible obtener una señal de transmisión
continua o sostenida, lo que anuló rápidamente los transmisores de chispas. Pero es más, la señal continua fue fácilmente
modulada por micrófonos de carbón, del tipo que aún se utiliza comúnmente en los teléfonos hoy día, y permitió la transmisión
de voz. En 1913 se constituyó la Radio Society of
Great Bretain (RSGB) y en 1914 la American Radio
Relay League (ARRL), sociedades que agrupaban a los experimentadores de cada país. Se hizo preciso crear una reglamentación,
establecer códigos, abreviaturas y normas prácticas de utilización.
Las ondas de radio se empezaron a utilizar para estaciones de (broadcasting) o radiodifusión,
ayuda a la navegación marítima, tráfico de mensajes, telegramas, etc., por lo que se creó la Unión Internacional de Comunicaciones (UIT) con sede en Ginebra, participan
en ella más de 140 países, dispone de un registro internacional de frecuencias al objeto de adjudicar y repartir las mismas,
y es un órgano consultivo para asuntos sobre Radiocomunicaciones, Telefonía y Telegrafía.
La primera modalidad de emisión de la palabra fue la amplitud modulada (AM), y hasta 1965
no empezó a sustituirse por la banda lateral única (SSB), que permitía mejores alcances y menos espacio ocupado en las bandas.
Se utiliza la onda corta hasta los 10 metros, logrando
en 1950 utilizar los 2 metros para comunicaciones
locales.
En esta frecuencia se utiliza la amplitud modulada, pero es sustituida por la frecuencia
modulada (FM) por su mejor calidad y por disponer de espacio suficiente. El uso de repetidores instalados en montes altos
amplía la cobertura de los equipos de 2 metros.
Se logran con pequeños (walkie-talkies) coberturas de 300
kilómetros.
En la actualidad muchos radioaficionados prestan sus servicios en asociaciones de ayuda, como en Venezuela es la red
Nacional de Emergencia, que en conjunto con Protección Civil ayudan con sus conocimientos y habilidades.
En Venezuela los organismos que albergan y respaldan a los radioaficionados son el Radio Club Venezolano (RCV) y la Asociación
de Radioaficionados de Venezuela (ARV) y otras que agrupan a los
radioaficionados y radiocomunicaciones personales (BC) reconocidas por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL).
Para el primer
semestre del año 2009 Conatel fue adscrita al Ministerio del Poder Popular de Infraestructuras y Viviendas.